jueves, 22 de abril de 2010

Atemporal


Ordenaba las fotos, tengo tiempo para hacerlo, podría haber elegido entre mil cosas. No. 

Este es mi tiempo para tí, no te puedo amar de otra manera. 

Entre millones de seres, podría haber escogido a otro cualquiera. No.

Mi vida en ese viaje se encuentra en el álbum que ordené esta tarde.  

Algo que  me llevó a alguien que no termino de conocer. No sé si a tí o a mí misma. 

Los días, no siempre tan claros. Mil colores que hacen equilibrio entre tu rojo sangre y mi azul calma. 

No sé cuándo exactamente comenzó a ser parte de mí; ahora es que son transparentes muchas cosas.

No es malo idealizar al amor. Mientras nos siga funcionando. Luego, ver tu mano agitada en Carthage, luego dar vuelta por el pasillo. Perdernos.

Allá me despidió una luna nueva, aún cuando yo no sabía, una gran luz, la claridad del regreso...

lo que me enseñó el invierno. El buen invierno que vive conmigo esta primavera.


lunes, 19 de abril de 2010

No es creatividad



Cuando el alma no puede con tanto, el corazón se vuelca y corre precipitado, el sentimiento no cabe en el pecho; cuando mis ojos han visto mucho. 

Esta necesidad de manos y palabras, este andar por hojas en blanco, la necedad de cantar a la luna, el despertar de la magia. 

Cuando quiero decirlo, decirlo, cuando algo se atraviesa, el mundo colapsa, la tierra se abre, las imágenes vuelan, cuando quieres algo no tienes que explicarlo; cuando deseas, buscas, quieres, amas o simplemente te da la gana. 

Brota de las manos un cántaro con agua fresca que no para, fluye y sigue camino, hace camino, encuentra el mar sin perderse, sólo anda. 

Esta necesidad, aquella que no puede reprimirse, como cuando se tiene ganas de besar; la necesidad de decir, si en realidad, la provocación es inmensa, no se puede reprimir, es irreductible. 

Cuando, cuándo. Ningun sentir, ni una palabra, un acto indomable, como el viento, como el terremoto de la semana, como robar un suspiro, un alma, una caricia; te mueve el cuerpo, sin poder actuar. 

Esta necesidad de cometer cualquier acto poético, suelta la mano, suelta el cuerpo y darse al viento. 

Si yo puedo hacerlo, cualquiera puede.

sábado, 10 de abril de 2010

Temor


No he podido hablar contigo tan abiertamente como quisiera, el idioma nos limita a ambos y es una pena no poder explicarte tantas cosas que siento. El tiempo es implacable para mí ahora, como siempre. 

Nunca es suficiente el miedo para dejar de arriesgarse, la vida como en todo, sigue siendo una partida que sólo se gana con sudor y sangre. Herirnos unos a otros, salvajes. 

No, yo no tengo palabras para justificar mi libertad, disfruto igual un cigarro que un día en el campo, mejor fumar un cigarro un día en el campo. También me gusta disfrutar mi cuerpo, sin embargo me da miedo disfrutar el tuyo. Te deseo en la regadera de todos los días, te siento en mi casa y ya no es tan fría, cuando te imagino, se me va el aliento, respiro un poco de tu ausencia y recuerdo. Un día estuve contigo, mi vida se encendió unos segundos. Mis ojos, quedaron con ese brillo un tanto empolvado, huele a guardado mi corazón que espera.

Me dueles amor con valentía, pero está cansada el alma, tengo miedo ahora, quién sabe qué se venga. Se cierran las fronteras, se deshace la capital, estamos condenados, quisiera una familia. 

Está de moda arrepentirse de los pecados del prójimo, disculpo a muchos y pido perdón a otros. 

No, no tengo palabras para justificar mis errores, sólo no quiero temer al futuro.

La próxima vez, no me dejes partir.