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Los ídolos nos dan la espalda, sé que estamos muriendo, que ahora el tiempo se acorta. La vida puede terminar.
El tiempo, un segundo, luces, un ruido fuerte, el golpe, la confusión. Nos dan la espalda los ángeles, el pasado me viene encima, los recuerdos no aparecen, no tengo las respuestas exactas. Fueron segundos.
No dejo de pensar en el tiempo, esa condena de todos los días, la tortura de las noches, el recuerdo de los días. La lluvia no cesa estas noches, largas noches en que no descanso, largas tristes oscuridades en que la luna no llega.
No dejo de pensar en el tiempo, la negra espera, las manos atadas. Pensar, pienso que no hay forma de pensar, sólo advierto que ahí estaban mirando todo, que decidieron dar la espalda a todo y echarme la culpa de los hechos.
El tiempo, corre el tiempo, para el tiempo, no hay remedio, no existe la justicia, no hay manos divinas, no hay conciencias, no hay culpables, no hay ídolos o ángeles.
Hay tiempo, el tiempo que me falta y que veo pasar, hay eso que llaman lágrimas, eso que llaman amor, eso que aun comparto, las palabras, el viento, los momentos, eso que le dicen recuerdo, imágenes, tu cuerpo.
No dejo de pensar, existe la justicia, mis manos, lo que busco. Ya he pagado suficiente.