jueves, 23 de septiembre de 2010

Día



He vuelto a mi inocencia, repasé los años, volví.
Cada año es comenzar y abrir los ojos, recuperar un suspiro y perderlo una y otra vez. Caminé sola otra vez, conduje mi auto, fui al trabajo, conduje a casa, conduje a mi ciudad. Volver...
Traje algo a casa, un poco de mala racha y mi cansancio después de trabajar, no tengo ganas de hacer tarea, tampoco quiero festejar. Hay días, hay años como este, cuando el comienzo fue único y luego vino esa serie de eventos desafortunados que no puedo olvidar.
Te perdí pero no del todo, aun tengo la ilusión de que lo que dicen es cierto... "lo que bien empieza, bien acaba".
Hoy caminé sola otra vez, conduje mi auto al trabajo, a casa, a mi ciudad, y hablé sola, hablé conmigo, contigo. Descubrí que no tengo ganas, que han sido malos meses y que se llevaron mucho de mí, que uno de mis grandes deseos no vino en tu presencia y que le dije adiós, hoy volví la vista como muchos años, como tantas muertes que van y vienen.
He visto mi inocencia desvanecerse, hoy tengo miedo, y es verdad, como el frío, viene con la edad, viene con ese montón de situaciones de las que no tengo control, de ese 90% de causalidades y casualidades que no tengo en mis manos.
Mi pensamiento en descontrol, mi alma un tanto dispersa, mi corazón un tanto lejano y perdido. No ha pasado tanto tiempo, ahora no sé muy bien quién soy, o a dónde me lleva esto.
Hoy, es seguir con miedo.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Una serie de eventos desafortunados...



Los ídolos nos dan la espalda, sé que estamos muriendo, que ahora el tiempo se acorta. La vida puede terminar.

El tiempo, un segundo, luces, un ruido fuerte, el golpe, la confusión. Nos dan la espalda los ángeles, el pasado me viene encima, los recuerdos no aparecen, no tengo las respuestas exactas. Fueron segundos.

No dejo de pensar en el tiempo, esa condena de todos los días, la tortura de las noches, el recuerdo de los días. La lluvia no cesa estas noches, largas noches en que no descanso, largas tristes oscuridades en que la luna no llega.

No dejo de pensar en el tiempo, la negra espera, las manos atadas. Pensar, pienso que no hay forma de pensar, sólo advierto que ahí estaban mirando todo, que decidieron dar la espalda a todo y echarme la culpa de los hechos.

El tiempo, corre el tiempo, para el tiempo, no hay remedio, no existe la justicia, no hay manos divinas, no hay conciencias, no hay culpables, no hay ídolos o ángeles.

Hay tiempo, el tiempo que me falta y que veo pasar, hay eso que llaman lágrimas, eso que llaman amor, eso que aun comparto, las palabras, el viento, los momentos, eso que le dicen recuerdo, imágenes, tu cuerpo.

No dejo de pensar, existe la justicia, mis manos, lo que busco. Ya he pagado suficiente.



jueves, 2 de septiembre de 2010

Ídolos


Hace frío en Tlalpujahua, en Julio hay fiestas y peregrinos, hay música y llueve.
Es el mes de Nuestra Señora del Carmen y aunque no seas religioso, incluso si no crees en Dios, no te puedes resistir a entrar a este monumento.
La vista y el viento en este lugar son mágicos.