¿Recuerdas lo que decías?. Le cantarías una canción, contar historias, dar mimos y brincos.
No esta vez. La vida me ha sorprendido, me ha enseñado, me ha tomado por el cabello y me ha arrodillado, me ha mostrado el rostro de la humildad y ahora puede reflejarse en mi espejo con un poco de lástima.
Me he equivocado y pongo en riesgo la existencia a cada paso. La carretera se mueve; perder el control.